Que las nuevas tecnologías han cambiado nuestra vida por completo no es nada nuevo. La forma de comunicarnos y relacionarnos ha dado un giro de 360º, y por supuesto también la forma de hacernos fotos. Día a día, millones de usuarios comparten fotos suyas a través de Instagram, Facebook, Twitter o Snapchat, imágenes calculadas y por supuesto luciendo la mejor cara. ¿Y qué tiene que ver esto con la cirugía y la medicina estética? ¡Mucho! La moda del “selfie” ha disparado en los últimos años la demanda de pequeños retoques estéticos.
Antes de la fiebre de las redes sociales y de compartir nuestra vida en versión 2.0, la costumbre era hacerse fotos de tanto en tanto y en ocasiones especiales. Ahora el asunto ha cambiado y ha dado un salto convirtiéndose en una actividad rutinaria, del día a día. El “efecto selfie” nos hace vernos aquellos defectos y compararnos con las celebrities o influencers a las que seguimos. De ahí nace la inquietud estilística por corregir aquellos pequeños detalles que no nos hacen sentirnos totalmente a gusto con nuestra imagen.
Los datos hablan por sí solos. Según un reciente informe de la Academia Americana de Cirugía Plástica Facial y Reconstructiva (AAFPRS) uno de cada tres cirujanos plásticos ha experimentado un incremento de intervenciones y retoques faciales como consecuencia de los selfies. A raíz de estos hechos, parece ser que la moda de los autorretratos consolidada entre jóvenes, y no tan jóvenes, está ayudando a impulsar de manera significativa el mundo de la cirugía y la medicina estética.
Los retoques más demandados
Entre las cirugías y retoques más demandados por las mujeres se encuentran la rinomodelación, la blefaroplastia, los rellenos con ácido hialurónico y el aumento del grosor de los labios. Unas intervenciones que desbancan a los tratamientos corporales, que sí comienzan a ser más demandados de cara al verano.
En el caso de los hombres, la operación de cirugía estética por excelencia es la reducción y mejora del abdomen, los efectos relacionados con la alopecia y otros tratamientos enfocados a mejorar su aspecto físico como pueden ser los glúteos, pectorales y el vello. Otros de los retoques estrella son el tratamiento de reducción de arrugas y la blefaroplastia a partir de los 45 años. Además los hombres cada vez con más frecuencia acuden a limpiezas de cutis, eliminación de manchas y arrugas.
Armonía y profesionalidad
¿El uso de las nuevas tecnologías nos está llevando a una obsesión por rostros idealizados? Los extremos nunca son buenos. Por qué no tratar de mejorar lo que la naturaleza nos ha otorgado pero con sentido común. Desde Instituto Médico Miramar apostamos por huir de retoques excesivos que acaben por cambiar la apariencia de la persona, nos basamos en la premisa de la armonía y el retoque natural, que la gente te encuentre bien pero no sepa realmente qué te has hecho, ahí está la clave de un buen retoque. Siempre en manos de los mejores y más cualificados expertos, quienes nos aconsejarán de una forma totalmente profesional e individualizada, algo fundamental en estos casos.
Y por supuesto sin olvidarnos de acompañar esos retoques de una dieta saludable, ejercicio frecuente, nada de tabaco y reduciendo el consumo de bebidas alcohólicas, sólo así lograremos ralentizar el envejecimiento y mejorar por completo nuestra imagen y nuestro bienestar. Con una combinación así… ¡No habrá selfie que se te resista!