El ser humano transpira al hacer ejercicio, por ejemplo, para regular la temperatura corporal. Pero a veces también transpira involuntariamente, en situaciones de estrés o por problemas digestivos y cardiovasculares, el problema aparece cuando esta transpiración excede los valores normales y comienza a interferir en las actividades diarias convirtiéndose en un problema constante.
¿Qué es la hiperhidrosis?
La hiperhidrosis o sudoración excesiva es una afección causada por la hiperactividad de las glándulas sudoríparas que provoca una producción excesiva de sudor independientemente de la temperatura o la actividad que se produce sobre todo en axilas, manos y pies.
¿En qué consiste el tratamiento?
Consiste en la infiltración de pequeñas cantidades de sustancia muy diluida, en la zona afecta de hiperhidrosis. Este producto inhibe la transmisión neuromuscular y, en consecuencia, se produce un bloqueo del exceso de la producción de sudor. Como cualquier medicamento es importante señalar que no siempre se conseguirá un bloqueo del 100% de la sudoración.
Normalmente el tratamiento se realiza en una única sesión. Habitualmente se realiza una revisión a las 2 semanas del tratamiento inicial para valorar el grado de mejoría. La infiltración se practica mediante una aguja muy fina y resulta prácticamente indolora. El efecto aparece alrededor del 3º-6º día, y (normalmente) es completo a los 15 días y su duración se establece entre 4 y 6 meses.
¿Qué es el tratamiento SUDOR OFF?
Gracias a la novedosa tecnología Alma SweatX basada en radiofrecuencia unipolar multifocal, a través de la combinación de la tecnología unipolar y coaxipolar, permite controlar la profundidad del calor, desactivando la acción de las glándulas sudoríparas de manera selectiva de manera temporal (4-6 meses)
Es un tratamiento de indicación médica, no invasivo que dura aproximadamente 20 minutos y muestra mejoría disminuyendo la sudoración en un porcentaje variable, sin efectos secundarios. Disminuye la sudoración en un grado (del 10 al 25%) según cada caso. El tratamiento se realiza en unas 6 sesiones, con un ritmo de una a 2 sesiones semanales.
Esta técnica no es adecuada para pacientes con dispositivos electrónicos implantados. Por ejemplo, los que poseen bombas de insulina, marcapasos y determinadas placas metálicas.