Dr. José María Picó Alvarez
Intimo significa interno, privado, cercano.
Cirugía íntima viene a referir un conjunto de procedimientos quirúrgicos que se realizan en la zona genital femenina, y se llama íntima por que no son cirugías de las que se hable abiertamente en los foros sociales.
Eso no quiere decir que no sean procedimientos importantes o que las mujeres no hablen de ellos, pero si son temas más personales, cirugías menos frecuentes y son procedimientos que no son conocidos por todas las personas. Si a ello unimos que es una región corporal discreta y habitualmente no visible, entendemos que sea una cirugía poco conocida y poco comentada.
La cirugía genital femenina es frecuente en mujeres por encima de los treinta años o en mujeres que han dado a luz, es decir, es una cirugía que intenta recuperar el aspecto juvenil de la zona anatómica perdido por la edad o por el sufrimiento del canal del parto.
La labioplastia es unos de los procedimientos más conocidos y consiste en eliminar el exceso de tejido que acumulan los labios menores, es decir, es una reducción de los labios menores a su tamaño original en el cual no son visibles pues están ocultos por los labios mayores.
En otras ocasiones, y frecuentemente por la edad, son los labios mayores los que pierden volumen y tienes un aspecto poco juvenil. En estos casos lo que se hace es una aumento de volumen de labios mayores con la propia grasa de la paciente o con sustancias de relleno como el ácido hialurónico.
En grandes adelgazamientos o con más edad se produce un descenso de toda la zona púbica dando un aspecto masculino a la región genital femenina. Cuando esto ocurre se puede realizar un lifting de la zona a través de una incisión horizontal por encima del pubis.
En otras situaciones se presenta un acumulo de grasa en la zona del monte de Venus muy desagradable y que las mujeres vestidas con ropa ajustada no pueden disimular. Esto se puede solucionar con una liposucción del área suprapúbica.
Menos frecuentes son las himenoplastias o cirugías destinadas a la reconstrucción del himen para disimular la pérdida de la virginidad de la paciente.
Con el paso del tiempo el tercio inferior de la vagina pierde tono muscular o se da algo de sí por los embarazos. Los ginecólogos eran capaces de recuperar esa pérdida de tono con cerclajes quirúrgicos, pero los láseres de última generación son capaces de realizar esa función de un modo menos traumático.
En definitiva, el objetivo es recuperar el aspecto lo mas juvenil posible de los genitales externos femeninos.
Que aunque en los círculos sociales no es un cirugía que se comente habitualmente, en los círculos mas íntimos si que es cierto que las mujeres tienen una preocupación por el aspecto de su zona más personal y que es importante que no suponga un problema para sus relaciones y no genere pérdida de confianza.
Y no nos engañemos, desde el punto de vista masculino esa zona anatómica es tan importante como el pecho o el glúteo, aunque no tengamos acceso a ella tan fácilmente y sea menos visible.