La reducción de mamas es una intervención quirúrgica que se realiza en quirófano con anestesia general y que precisa un día de ingreso hospitalario. Durante la intervención, que viene a durar aproximadamente tres horas, se reduce el volumen de la mama hasta el tamaño deseado, se reduce el tamaño da la areola hasta proporcionarlo al nuevo volumen mamario, y se coloca la mama y areola en la posición y altura adecuada para darle un aspecto más juvenil. Las mamas quedan más firmes, ligeras y con una forma adecuada.
Siempre debemos recordar a la paciente cual es el volumen y posición más adecuado para su tórax y altura. Para realizar esta cirugía necesitaremos unas cicatrices que varían según la técnica utilizada, pero inevitablemente dejaremos una cicatriz alrededor de la areola y una cicatriz vertical.
Después de la intervención se dejan unos tubos de drenaje y un sujetador especial que actúa como un vendaje compresivo.
Aproximadamente en tres días la paciente se reincorpora a la vida normal, aunque existan molestias controlables con medicación durante las dos primeras semanas. Las cicatrices permanecerán visibles durante los primeros meses, y la forma definitiva de las mamas será e vidente a partir de los dos meses.
Cuando tenemos un exceso de volumen con o sin caída de la mama hablaremos de reducción mamaria, y cuando el problema sea sólo la caída del pecho hablaremos de mastopexia.