Tomar decisiones no siempre es fácil, más aún cuando se trata de nuestra salud y bienestar. En artículos anteriores, comentábamos que a la hora de dar el paso definitivo para realizarse un aumento de pecho son muchas las dudas que surgen a las pacientes. Y en este sentido, uno de los aspectos que generan más preguntas es el relativo al procedimiento quirúrgico.
Antes de la operación, es fundamental estar bien informada y tener unas expectativas realistas sobre el resultado del proceso, los riesgos y el período postoperatorio. El papel del cirujano en este punto es de vital importancia ya que tomará una decisión respecto a la posición del implante, en función de las características físicas de la paciente. Antes de hablar de la técnica quirúrgica, no debemos olvidar nunca que el volumen mamario debe ser consensuado por la paciente y el cirujano, y que el objetivo de la cirugía no debería ser nunca el aspecto de unas mamas “artificiales y operadas”, sino naturales y en armonía con la proporción corporal de la paciente.
Por lo que respecta a las incisiones quirúrgicas, existen tres posibles puntos de incisión:
• Inframamario. Incisión justo en el pliegue inferior de la mama.
• Periareolar. Se produce una incisión a lo largo del borde de la areola, junto al pezón.
• Transaxilar. Incisión en la axila.
La elección de una vía u otra dependerá de los deseos de la paciente y de las necesidades del cirujano, siempre buscando la solución más apropiada y sin olvidar que el resultado final debe ser el mismo independientemente de la vía elegida.
¿Cómo se colocan los implantes?
Dependiendo de cada caso individualizado, la prótesis se colocará delante o detrás del músculo pectoral mayor para obtener un resultado más armónico con el tórax y mama de la paciente, todo ello en función del grosor del tejido mamario y de su capacidad para cubrir adecuadamente el implante.
¿Y después de la operación?
Cada mujer es diferente, por lo que es fundamental seguir debidamente las instrucciones específicas del doctor y llevar a cabo el seguimiento indicado para su caso. Después de la operación, las mamas estarán sensibles durante un tiempo y habrá un periodo inflamatorio que variará dependiendo de cada paciente. Según las recomendaciones del cirujano, es posible que se le recomiende a la paciente llevar un sujetador quirúrgico o un vendaje elástico después de la cirugía, durante el período de recuperación. En aproximadamente unas tres semanas todo debe estar normalizado, para ello es recomendable un buen programa de masajes y una serie de cuidados relativos.
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