Dra. Mónica Maiz
Cada vez acuden con más frecuencia a consulta pacientes demandando algún tratamiento específico para el cuello. Y es que esta zona facial suele ser la “granolvidada”. Me explico: ¿quién se aplica la protección solar en el cuello cuando va a la playa con la misma insistencia que en la cara? ¿y las cremas cosméticas?. Nos ponemos el resto que sobra tras haber aplicado en el rostro, ¿verdad? Esto hace que con los años el fotoenvejecimiento del cuello sea mayor que el del rostro en algunos pacientes.
El cuello a diferencia de la cara está casi desprovisto de soporte óseo y fibras de colágeno que garanticen su elasticidad. Pueden aparecer 3 tipos de arrugas diferentes:
Arrugas horizontales o collar de Venus, que viene determinadas genéticamente;
Arrugas de la base del cuello son provocadas por el exceso de sol.
Líneas muy finas relacionadas con los cambios hormonales tras la menopausia y se deben al adelgazamiento y pérdida de flexibilidad de la piel.
Además aparecen manchas y lesiones vasculares como los puntos rubí y por supuesto la papada tanto en hombres como en mujeres.
¿Cómo las trato?
Según el problema utilizo diferentes técnicas o combinación de varias: mesoterapia para hidratar la piel, radiofrecuencia (me encanta el Accent Ultra para papadas y el cabezal bipolar para elastosis y flaccidez), Ipl y láser vascular, peelings…Personalizo el tratamiento según el paciente y el problema.
Pero ante todo vamos a prevenir; vamos a acordarnos de aplicar la fotoprotección en esa zona al igual que en la cara. En cuanto a la cosmética suelo prescribir Collageneur de Singuladerm, Serenage de Avene o Tensage de Cantabria (sobretodo para las arrugas relacionadas con la menopausia). Como complemento oral recomiendo proteoglicanos GAGS de Martiderm o Summum oral un comprimido al día mínimo 3 meses.